El Barrio Vacío de Omán (Rub' Al Khali), vacío de civilización pero lleno de misterio, es el lugar perfecto para explorar. Esta amplia extensión de ondulantes dunas doradas que cruza las fronteras de Omán, Yemen, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos es el hogar de Lawrence de Arabia. Las arenas resplandecientes del Barrio Vacío, aparentemente inhóspito y con altas temperaturas, han atraído a nómadas, viajeros y reyes durante siglos. Los más aventureros podrán acceder al Barrio Vacío desde Muscat en 4x4, y es el lugar perfecto para acampar durante un par de noches bajo las estrellas. Desde paisajes que se extienden hasta el horizonte hasta campamentos nómadas, a continuación presentamos los motivos por los que no puede perderse el Barrio Vacío de Omán.

 

Naturaleza en estado puro

El Barrio Vacío, que es del tamaño de Francia, es el desierto más grande del mundo. Aquí es donde podrá experimentar el verdadero poder de la naturaleza. La indomable belleza de sus arenas intactas parece sacada del paisaje de una película. A medida que el sol sigue su curso, las dunas pasan de un amarillo radiante a un rojo intenso con tonos cobrizos. Inmensas extensiones de arena que cambian de posición constantemente, creando un paisaje único que nunca dejará de sorprenderle. De vez en cuando verá algún que otro oasis rodeado de palmeras que le ofrecerá un inusual atisbo de vida. Por la noche, cuando no hay contaminación lumínica, una alfombra de estrellas resplandecientes ilumina el cielo del desierto.

 

Viaje al pasado

A pesar de que el terreno es implacable, unos 3000 nómadas han hecho de esta tierra su hogar. En su libro publicado en 1959, Arenas de Arabia, el explorador Wilfred Thesiger documentó el tiempo que pasó viviendo con los beduinos durante 5 años. «Durante el tiempo que pasé viviendo con los árabes, solamente quería vivir como vivían ellos» escribió. Actualmente, la tribu Bani Wahiba vive de la manera tradicional árabe en el desierto de Wahiba, a tan solo tres horas de Muscat. En estas extensiones de arena desierta podrá ver aquí y allá tiendas tradicionales de lana negra, con el penetrante olor del café árabe flotando en el aire del desierto.

 

Actividades en el desierto

El Barrio Vacío ofrece opciones para todo el mundo. Desde la lentitud rítmica de un camello que recorre el paisaje silencioso y escarpado, como lo han hecho durante siglos los nómadas de esta región, pasando por el antiguo arte de la cetrería, gracias al que podrá observar a estas magníficas aves rapaces cayendo en picado y zigzagueando por el aire impoluto, hasta los deportes extremos cargados de adrenalina como explorar las cambiantes dunas a toda velocidad en un 4x4 (dune bashing, en inglés) o en un quad. Y, los que echen de menos el snowboard, pueden deslizarse por las dunas como si estuvieran en los Alpes.

 

Flora y fauna

A pesar de que el árido paisaje del Barrio Vacío implica que haya poca vegetación, Dhofar, al suroeste de Omán, es conocido por sus épocas lluviosas. Cada verano llega el
khareef, que cubre de lluvia la región. El khareef, que es la cola del monzón anual de la India, bendice a este rincón del Barrio Vacío con un ecosistema único, lo que significa que aquí pueden crecer plantas que no se pueden ver en ningún otro sitio del país. Las áridas extensiones del desierto dejan paso a wadis (valles) fértiles y cubiertos de vegetación, con baobabs, además de cultivos de plátanos, papayas, caña de azúcar y cocos tropicales. La estación del khareef se celebra como un festival, y no hay mejor momento para experimentar la frondosa belleza de Dhofar.